La cultura Slow, habla de llevar una vida más consciente, no comprar cosas que no necesitamos, antes de comprar pregúntate: ¿lo necesito?. No se trata de vivir amargados y no darnos un gustito, pero el planeta necesita nuestra ayuda y para eso podemos hacer pequeños cambios y así contribuir con el planeta y ser mas sustentables.

 

Reciclar no basta!!!, la clave está en REDUCIR, evitemos generar más basura, evitemos los plásticos de un solo uso, como vasos desechables, envases de shampoo, desodorantes y bebidas entre otros. Lamentablemente el nivel de reciclaje en Chile es muy bajo: Sólo el 20% de las personas reciclan su basura (Encuesta Nacional de Medio Ambiente 2018, Gobierno de Chile y DesUc). Únicamente el 8% del plástico que se consume en Chile se recicla. El plástico PET casi no se recicla, a la industria le sale más caro reciclarlo que usar plástico virgen, por lo que todo el plástico que usas es virgen!! pronto esto cambiará con la nueva ley, pero mientras eso no pase, debemos actuar. Nuestra meta es ser una empresa con baja huella de carbono, capaz de gestionar sus residuos.

  

Por eso nos propusimos desarrollar cosmética sólida de primera necesidad, en Slow Natural no encontrarás cremas para las arrugas, pero si desodorantes, shampoos, acondicionadores, cremas, jabones sin envase, sólidos y con un rendimiento 2-3 veces comparado con productos tradicionales. ¿Por qué tanta eficiencia? Porque eliminamos el agua del producto. Si pensamos que un shampoo líquido contiene un 70% de agua aproximadamente mientras que los shampoo slow solo contienen un 8% ahí está la eficiencia y rendimiento. Para la fabricación de nuestros productos hacemos una selección de las mejores materias primas, para lograr un producto; sustentable en toda su línea productiva: 0% petróleo, sin Lauryl sulfato de sodio (SLS), sin phenoxyethanol, sin sal, sin parabenos, sin EDTA, sin PEG, un producto 100% verde.

 

En esta búsqueda constante, decidimos incorporar en nuestra línea de shampoo sólidos la tendencia Up-Cycling, donde trabajamos con la cascarilla de la quínoa. En este contexto trabajamos con productores de quínoa de la VI región, quienes luego de cosechar la quínoa, extraen la cascarilla por el método mecánico, obteniendo la saponina libre de lejía, limpia y llena de beneficios. Para el productor de quínoa es un desecho y para nosotros es un principio activo importante en la formulación. Este residuo lo tratamos para incluirlo como materia prima en nuestros productos de higiene ya que la Saponina es un detergente natural lleno de beneficios cosméticos. Chile, recién parte con la quínoa, pero países como Bolivia y Perú, ya exportan este desecho y empresas Europeas la incluyen en su productos de higiene. ¿Para que viajar a Europa y aumentar la huella de CO2 si en Slow también lo hacemos y con productores de quínoa locales? ¿No tiene más sentido?.

 

¡Únete al cambio y vive slow!